Hola, me llamo María y tengo 15 años. Vivo en Polán (Toledo) con mis padre (mi madre falleció cuando yo tenía 4 años y medio) y mi hermano de 19 años. Me gusta montar a caballo y el Real Madrid y desde hace dos años estoy luchando para superar la Leucemia.
Mi historia comenzó cuando a finales del verano de 2021 empecé a sentir que se me caída mucho el pelo y estaba más cansada de lo normal, así que, mi padre decidió llevarme al médico y allí me mandaron hacerme unos análisis. Cuando salieron los resultados y vieron que todo estaba fuera de sus niveles rápidamente avisaron a mi padre para que me llevase a urgencias y nos fuimos al Hospital La Paz de Madrid donde me realizaron varias pruebas.
Y así fue como el 23 de septiembre de 2021 confirmaron que tenía Leucemia Linfoblástica Aguda y eso cambió mi vida.
Cuando te dan la noticia se hace duro, pero al final piensas que con ganas y la ayuda de los médicos te vas a curar.
Para empezar el tratamiento tuve que quedarme ingresada durante 40 días los cuales se me hicieron un poco pesados ya que por las restricciones del Covid no podía recibir visitas, excepto mi hermano y mi tía que eran los únicos autorizados para visitarme. De esos días lo mejor de todo fueron las charlas y risas con mi padre.
Cuando terminé la primera fase del tratamiento me dieron el alta y por fin pude ir a casa y, aunque desde la distancia, recibir visitas de familiares y amigos.
Después empecé con la segunda fase en la cual tenía que ir cuatro días a la semana al hospital de día a que me pusieran la medicación y lo peor eran las náuseas y vómitos. Posteriormente el tratamiento consistía en hacer cuatro ingresos de tres o cuatro días. Ya iba quedando menos porque después de esto se acababan los ingresos programados y solo tenía que volver al hospital de día a que me pusieran el tratamiento.
Por fin en Octubre de 2022 llegó el mantenimiento, donde por fin podía “librarme” de ir tan seguido al hospital ya que en este periodo he tenido que tomarme pastillas en casa e ir cada mes al hospital para hacerme revisiones.
A día de hoy cuando escribo esto en Septiembre de 2023, si todo va bien, estoy a punto de acabar con la medicación.
En todo este tiempo lo más complicado ha sido la caída de pelo y el no poder salir, ni ir a clase con mis amigos y profesores. Pero tengo que decir que tanto los profes del hospital, los que venían a casa y los de mi instituto y las ayudas de mis compañeros han hecho que junto con mi esfuerzo haya podido seguir con los estudios y cuando en Enero de 2023 me pude reincorporar a las clases haya sido todo mucho más fácil.
Me quiero quedar con las cosas positivas de lo vivido en estos dos años. He conocido a grandes profesionales (médicos, enfermer@s, auxiliares) que han hecho cada uno en su lugar que todo sea más fácil. También he conocido a grandes personas que trabajan para diferentes asociaciones que hacen un trabajo estupendo para que todos lo niñ@s enfermos podamos pasar nuestra enfermedad mucho mejor y sin duda me quedo con el apoyo de familiares y amig@s porque nunca me he sentido sola.
En mi opinión creo que esta experiencia me ha hecho ser más fuerte y madurar, además de aprender a valorar cosas a las cuales antes no les daba ninguna importancia y ahora me doy cuenta de lo afortunados que somos cuando tenemos salud y podemos hacer nuestra vida completamente normal.
María Pleite Ming