La historia de Leyre es muy simple. Ella nació muy bajita de peso y la llevaron a varios centros de salud para averiguar por qué no cogía peso.
Durante todo este tiempo haciendo pruebas y demás y con sus controles, aun teniendo síntomas, creían que eran gases o heces acumuladas y nos mandaban a casa siempre anímica y con hierro como tratamiento, pero no le subían los niveles.
El 1 de mayo de este año ella tuvo una pelea con su hermano que la empujó y le hizo caer. Se dio un golpe y enseguida empezó con dolor y vómitos. Se puso pálida en cuestión de horas y me la llevé al hospital. Allí pensaban que era el golpe, pero aun así hicieron una ecografía. La radióloga al ver que había una hemorragia encapsulada en el hígado buscó más y vio que había una masa detrás.
No se sabía nada más, pero apuntaba que no era bueno. Cuando me lo comunicaron pedí una solución y un diagnóstico a otro médico y hospital y accedieron a ello.
El 2 de mayo fue trasladada al Hospital La Paz e ingresó en la UCI. En cuanto pude conseguir las pruebas de imagen del otro hospital activaron protocolos y se pusieron en marcha buscando solución y poder poner nombre a ese bichito para saber cómo tratarlo.
El 5 de mayo le hicieron la biopsia y a finales de junio se puso nombre a su enfermedad: Hepatoblastoma tipo C Grado III, que forma células cancerosas en los tejidos del hígado. Parece ser que lo tenía desde su nacimiento, pero no lo pueden asegurar con exactitud.
El 13 de septiembre terminó su 1ª fase de quimioterapia y estamos a la espera de cirugía (fecha prevista intervención: 13 de octubre de 2023).
Leyre es una apasionada de los duendes, hadas, unicornios, dragones y mundo de fantasía; así como de Minnie, Merlina y las muñecas Monster High.
Es muy cariñosa, tiene una gran fortaleza y es muy activa.
No se fía de la gente a primera vista. Le tienes que dar confianza para que juegue con alguien y se quede con alguna persona a quién no conoce. Hay que motivarla e incentivarla. Para ella, esto es un “juego” y tiene que ganar niveles para llegar a la cima.
Le gusta mucho ir al colegio y cuando no puede ir se entristece. A pesar de todo sigue aprendiendo y es muy alegre y vital. Un ejemplo para todos. Su hermano le salvó la vida pues sin ese juego y discusión de hermanos no hubiera dado la cara su enfermedad en ese momento. Ellos se adoran y siempre están juntos, juegan y tienen una bonita complicidad.
Esperamos que la recuperación sea muy rápida y la 2ª fase de quimio y esto solo será un mal sueño.
Inmaculada – Mamá de Leyre