HISTORIA DE HUGO
¡Hola! Me llamo Hugo, tengo 5 años y vivo en Talavera de la Reina. Quiero contaros mi historia.
El 7 de septiembre me puse Malito de la garganta, con fiebre, y me mandaron antibiótico. Pero no me curé bien y seguía teniendo fiebre de vez en cuando. Cada vez que íbamos al hospital, mejoraba un poco, pero luego la fiebre volvía. Me sentía muy cansado, y mi mamá estaba muy preocupada porque todo el mes estuve igual, con fiebre y cansancio. Así que decidió llevarme a un pediatra privado para hacerme un análisis de sangre.
Yo tengo síndrome de Down, así que tenemos visitas y pruebas regulares. La analítica es una de ellas, pero como no me la habían hecho, mi mamá me llevó a otro médico.
Ella sabía que algo no estaba bien, aunque nunca pensó que sería leucemia. Al día siguiente, llamaron a mis padres y les dijeron que fuéramos al hospital de Talavera porque la analítica mostraba cosas raras. Me hicieron otro análisis y confirmaron que era LEUCEMIA. Me mandaron rápido al hospital universitario de Toledo, donde dijeron que era LEUCEMIA LINFOBLÁSTICA AGUDA COMÚN.
Ahora estoy en tratamiento con quimioterapia para alto riesgo, lo que significa muchas sesiones intensas en diferentes ciclos, pasar muchos días fuera de casa y lejos de mi familia, tengo una hermana pequeña que se llama Clara a la que echo mucho de menos. Para mí ir al hospital, es como ir a mi base secreta y recargar mis superpoderes.
He tenido días buenos y días malos: a veces me siento mal, otras estoy revuelto, y hay días en los que tengo más ganas de jugar. También me han pasado muchas cosas, como una neumonía que me tuvo varios días en la UCI pediátrica, donde me pusieron un PIC para alimentarme. También tuve una trombosis en dos venas del cerebro, lo que me hizo estar un tiempo en la UCI y me dejó sin poder andar, con mis músculos muy flojitos. Con mi super fuerza, todos mis superpoderes recargados y la ayuda de mi fisio, he conseguido volver a andar. Estoy casi terminando la quimio más fuerte.
Si todo sigue bien, entraré en mantenimiento por otro año más. Eso significa que la quimio no me hará bajar tanto las defensas y podré comenzar a hacer cosas normales sin tantas restricciones y aislamientos. ¡Podré volver al cole, ir a los cumples de mis amigos, y a baile y música, que tanto me gustan! En resumen, volveré a ser un NIÑO y disfrutar de la vida.
Mi historia es solo una de muchas. Cada año, muchos niños como yo enfrentan la lucha contra la leucemia, una enfermedad que requiere tratamientos muy duros y prolongados. La quimioterapia es intensa y estar en el hospital se vuelve parte de nuestra vida, con todos los riesgos y dificultades que eso conlleva. Para mejorar nuestras posibilidades y encontrar una cura, necesitamos más investigación para conseguir que más niños puedan volver a ser simplemente niños.