Jesús

HISTORIA DE JESÚS

Tras un verano tranquilo, volvimos a casa con muchos planes. Tocaba preparar la vuelta al cole y Jesús estaba muy ilusionado con la celebración de su séptimo cumpleaños. Pero la vida tenía otros planes…, no pudimos celebrar el cumpleaños y  los libros y el uniforme nuevo se quedaron sin estrenar. 

Jesús empezó a estar apático y con muy poco apetito. Aunque nunca ha sido un niño de mucho comer, cada bocado le suponía un esfuerzo. Llegamos a llevarlo hasta 3 veces a urgencias y todo estaba bien. 

No nos quedamos tranquilos y decidimos llevarle a un pediatra. Nuevamente, todo estaba bien. Sin embargo, nos dio la opción de hacerle una analítica de sangre para que «nos quedáramos tranquilos”.

Dos días después, recibimos una llamada: «hay que repetir urgentemente la analítica» todos los valores están fuera de rango.

Cuando llegamos al hospital, el médico no se explicaba cómo era posible que el niño se mantuviera en pie, pues según los resultados de la analítica necesitaba una transfusión urgente. Puede que fuera un error del laboratorio…

Tras una nueva analítica, se confirmaron los resultados iniciales y nos derivaron al Hospital La Paz donde recibimos el mazazo más duro de nuestras vidas: el niño tiene leucemia, hay que hacer más pruebas para ponerle nombre y ver el alcance.

Fueron días de mucha angustia, de mucha impotencia y dolor, ¡qué injusto!: 7 añitos recién cumplidos, tendría que estar jugando y disfrutando de la vida. Ningún niño se merece esto

Ha pasado ya un año. Jesús sigue luchando contra una leucemia linfoblástica aguda y lo hace con una fortaleza admirable, siempre con una sonrisa y con ganas de comerse el mundo.